Cultura

¿Es Tijuana la nueva capital de lo cool?

Este artículo es una adaptación de Afar.

Sabemos que has escuchado de Tijuana, una ciudad que, hasta tiempos recientes, no necesitaba introducción o, tal vez deberíamos decir, reintroducción. Ubicada justo en la frontera con Estados Unidos, Tijuana desarrolló una obscena reputación de “Las Vegas del Sur” por los turistas americanos, convirtiéndose en la capital del vicio y los placeres baratos, dejando que su riqueza cultural pase a un segundo plano.

Ahora, gracias a una gran cantidad de cambios culturales en la ciudad y la frontera, esta reputación bien podría considerarse historia antigua, al menos en lo que respecta a los residentes locales. Después de que los turistas dejarán de visitar la ciudad a mediados de la década pasada, principalmente por el incremento en la inseguridad causada por el crimen organizado y la intensificación de los controles fronterizos, los tijuanenses revitalizaron la ciudad bajos sus propios términos, detonando una durmiente explosión cultural. Estos días, aunque la frontera continúa relativamente inaccesible, los visitantes regresan a una ciudad mucho más segura, para encontrar con un refugio repleto de comida, diseño y arte mexicano auténtico.

Una de las principales señas de que los tiempos están cambiando es la apertura del primer hotel boutique de la ciudad: OneBunk Tijuana, el cual comenzará a tomar reservaciones en marzo de este año. Antiguamente el abandonado Hotel Lafayette, el remodelado OneBunk corona a la revitalizada Avenida Revolución. El hotel alojará un barbero, una tienda con artículos de los diseñadores tijuanenses de Object, y un bar casual que servirá mezcal y cerveza artesanal. Los huéspedes podrán elegir entre nueve modernas habitaciones, decoradas con una vibra minimalista e industrial. Cada habitación alojará literas o una cama queen, y tendrá vista a La Revu, como la llaman los tijuanenses.

Hay que decirlo: Tijuana es una ciudad para comer. Los amantes del marisco se verán cautivados por La Corriente Cevichería Nais, un restaurante famoso por su tostada Red Snapper, aunque el favorito secreto es el Taco Kalifornia, un taco estilo Sonora preparado con camarón y chile verde. La fiesta puede seguir en El Tinieblo, un centro íntimo que trae lo mejor de la música electrónica de la ciudad. Y como siempre hay espacio para un taco más, los del Club Tengo Hambre te darán un tour por taquerías emblemáticas de la ciudad. El tour también pasa por Telefonica Gastropark, un paraíso de food trucks sirviendo platillos más allá de la típica comida de camión.

Misión 19 es el proyecto de Javier Plascencia, un reconocido chef que inició una revolución de comida gourmet en Tijuana hace seis años. El restaurante aún continúa creando nuevos platillos inspirados en la riqueza del mar y la tierra de Baja California, y la carta de degustación es la mejor manera de experimentarlo. Para otras experiencias en comida formal, Oryx Capital, el cual oculta el bar Nortico detrás, y Verde y Crema, son deliciosos y creativos. No te pierdas el lechón del primero, y el pulpo y lentejas del último.

Los tomadores están de suerte en Tijuana, pero en estos días, la calidad reina sobre la cantidad. Además de la cocina estilo Baja, la cerveza artesanal es la nueva obsesión de la ciudad. Plaza Fiesta, anteriormente lugar de discotecas, se ha vuelto en un centro para probar nuevas cervezas, donde los visitantes pueden saltar de lugar a lugar y probar cervezas de Insurgente, Border Psycho, Mamut, y más. Frente al famoso Dandy del Sur, y tan sólo unos pasos de la Revolución, La Mezcalera es un punto hípster conocido por su buen mezcal. Si buscas un coctel y una buena vista, visita el techo del Cine Tonalá, y después baja para mirar una función en la primera sala de cine alternativo de Tijuana.

Tijuana también se ha vuelto un centro para el arte y el diseño. Visita la galería de arte moderno, La Caja, para presenciar grandes artistas de Tijuana y Latinoamérica, como Jaime Ruiz Otis, un artista visual mexicalense que utiliza basura reciclada de las múltiples fábricas de la región para crear su trabajo. Casa Duhagon, la cual está cruzando OneBunk y Cine Tonalá, es un templo del diseño. Su directora Mariana Postlethwaite no sólo diseñó todo el mobiliario en la tienda, sino que también es arquitecta. Una férrea partidaria de las artes, en su centro presenta artistas locales, como la pintora abstracta Nuria Pujol-Caire. Los amantes del diseño en búsqueda de piezas vintage y muebles únicos mexicanos deben ponerse en conctacto con Seth Sullivan, el cual creció y vive en Tijuana con su esposa.

Por supuesto, los visitantes aún pueden encontrar recuerdos de la vieja Tijuana. Burros pintados como cebras aún pasean en la Avenida Revolución, y la zona roja atrae gente de todas partes. El Caesar’s aún prepara su distinguida ensalada Caesar, inventada en el mismo lugar. Sin embargo, enfocarse en esa Tijuana vieja significa, no sólo perderse lo nuevo, sino también la verdadera esencia de la ciudad más infravalorada de México. Verónica Hernández, de Object no lo puede decir mejor: “El arte y la comida se ha vuelto, para nosotros en Tijuana, una forma de entender nuestra relación con la frontera. Ha permitido abrir un diálogo, y definirnos, como mexicanos, quienes somos a través de nuestras experiencias.” Con un gran influjo de visitantes de ambos lados de la frontera, parece ser que esta nueva era en la historia de Tijuana llegó para quedarse.

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Publicado el: febrero 22, 2017.

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