5 malos hábitos de los Godínez que te harán cambiar de trabajo

La vida de oficinista puede ser una de las experiencias más extrañas para muchas personas debido a que deben adaptarse a las costumbres de la subcultura mexicana conocida como “Godínez”. Toda persona que alguna vez ha trabajado en una oficina sabe identificar a uno y sabe cómo estos pueden poner a prueba todos sus niveles de paciencia.

Desde la persona que come comida olorosa en su escritorio hasta el compañero que te distrae cada cinco minutos y evita que hagas tu trabajo. Cada oficinista en México ha tenido alguna experiencia lejos de ser placentera por culpa de hábitos molestos.

A continuación, les mencionaremos las cosas más molestas que puede hacer un Godínez dentro de una oficina y que, honestamente, esperamos que ninguno de ustedes haya experimentado.

Robar los lonches

El tóper es una de las armas más importantes en el arsenal de cada Godín, por lo que encontrar tu recipiente sin el guiso que te ibas a comer en el almuerzo es uno de los gatillos que desata toda tu ira. Si vez que esto te pasa de forma constante, lo mejor que puedes hacer es dejar un alimento en mal estado para cobrar venganza.

Usar el escritorio como un salón de belleza

Tu escritorio o cubículo está hecho para soportar tu computadora teléfono y libretas. Está lejos de ser el lugar ideal para pintarte las uñas o depilarte la ceja. El único lugar en donde esto es aceptable es el baño.

Chismear su vida en voz alta

Algunos oficinistas sólo quieren pasar su jornada laboral sin que pase ninguna novedad o casualidad que interfiera con su rutina laboral. Sin embargo, eso resulta complicado cuando uno de tus vecinos de escritorio se la pasa hablando por teléfono (y aún peor si pone la llamada en altavoz) y cuenta a su tía o prima las tonterías que hizo la noche anterior, mismas por las que no sentías ningún interés por escuchar. Gente, por favor, ¡usen mensajes de texto!

Dormirse en horas de oficina

Si existiera la guía ilustrada de los Godínez que se han dado por vencidos en su vida, la imagen de una persona durmiendo y roncando a la mitad del día sería una de sus primeras ilustraciones. Esta actividad no solamente es molesta, también te pone en la duda existencialista con respecto a si estás apreciando tu futuro.

Que dejen oloroso el baño

Un baño con malos olores es lo peor que le puede pasar no sólo a quien ocupe usarlo, pues la persona más afectada es la que, por mala suerte, le toca estar cerca de la puerta y debe aguantar el olor cada que sus compañeros la abren. Lo único que podemos sugerir aquí es que tengas a tu disposición una variedad de aromatizantes.

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