9 cosas que seguramente te molestan si eres de Tijuana

Por su peculiar mezcla de culturas, su ineficiente infraestructura y los malos manejos del gobierno federal, sumado a la mala imagen que los medios han creado de Tijuana; hay muchas cosas que resultan molestas para su población sea porque dificultan la vida o por otras razones. Aquí hay algunas de ellas:

1- Los inmigrantes quejosos. 

Hay muchas personas de todo México que llegan a la ciudad buscando mejores oportunidades o con la esperanza de cruzar a los Estados Unidos. Todos son muy bienvenidos siempre y cuando no se la pasen quejándose de que todo estaba mejor en su tierra de origen. Pues, si todo estaba tan bien ¿Entonces por qué no se regresan? Nadie los está obligando a quedarse y nadie los llamó contra su voluntad.

2- La gente que no sabe manejar. 

Es sumamente barato comprar carros en la ciudad, aunque quizás ya es un poco más complicado que antes. Sin embargo es un hecho que cualquier persona puede adquirir un carro a un precio relativamente bajo, por lo que cualquier individuo llegado del sur, acostumbrado a manejar en caminos vacíos de terracería o entre vacas, adquiere un auto y lo usa sin conocer las reglas de tránsito más básicas, contribuyendo así al caos vial que predomina en Tijuana.

3- Los vecinos molestos y maleducados. 

Relacionado con el punto anterior, muchos inmigrantes no entienden que ya no están en sus ranchos y que en la ciudad uno vive pegado a los demás. Conservando sus costumbres de lugares con menor densidad de población suelen hablar o gritar todo el día, o poner música a todo volumen en la noche.

A veces estas personas son deportados de los Estados Unidos gozando de su libertinaje de hacer escándalo e invadir la calle con sus vehículos, mismo que no pudieron disfrutar bajo las leyes de la unión americana.

4- La recaudación de impuestos para que la Federación los redistribuya. 

Más de la mitad de lo recaudado en el estado se usa para regalos y subsidios en los estados del Sur. Mientras que las vialidades de Tijuana están llenas de baches, en el Sur no dejan de construirles cosas y de regalarles despensas y demás. O al menos esa es la percepción más común en el área.

5- Las políticas fronterizas absurdas. 

Aún existe el recuerdo y la leyenda del paraíso comercial que era la ciudad en los viejos tiempos de la zona libre, lo cual contrasta fuertemente con los empleos malos y mal pagados que constituyen la mayor parte de la oferta laboral actual.

Además de esto, recientemente se han impuesto mayores restricciones fiscales y comerciales que no hacen más que restar competitividad ante las ciudades estadounidenses. Casi pareciera que el gobierno federal está intentando destruir la economía fronteriza de manera planeada y sistemática.

6- Que Tijuana no sea la capital. 

Es la ciudad más importante y poblada del estado, y pese a ello la capital es una pequeña ciudad perdida en el desierto: Mexicali.

7- Los pochos. 

No todos los que viven o trabajan en los Estados Unidos son malas personas, ni son maleducados o prepotentes. Pero sí existe un pequeño sector muy notorio de individuos que cruzaron y que se sienten que son la gran cosa, siendo que tienen empleos de bajo nivel en el país del norte. Eso en sí no tiene nada de malo, pues son trabajos honestos, pero no se ve muy bien la actitud altanera ni el que finjan que ya no saben hablar o pronunciar el español; o la manera en la que ensucian y violan la ley cuando están en México siendo que en los Estados Unidos son ciudadanos modelo.

8- La imagen que han creado los medios y el hecho de que los foráneos se la crean. 

Es común que cuando uno viaja a otros lugares del país, sus habitantes pregunten al visitante tijuanense “¿Y cómo puedes vivir ahí?” o que pregunten sobre los narcotraficantes o las balaceras, asumiendo que la ciudad es un caos de violencia, muerte, asquerosidad y destrucción.

9- El transporte público. 

La ciudad tiene el transporte público más caro, salvaje e ineficiente de todo el país y una poderosa mafia transportista que no permite que se hagan cambios o mejoras.

En Tijuana, como en todos los estados del norte, las personas son de carácter fuerte y de vocación trabajadora. Los habitantes, tanto nativos como de fuera, en general aprecian a la ciudad y dan lo mejor de sí; y no son xenofóbicos ni con complejos de superioridad pero simplemente hay cosas que no se toleran.

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