Tijuana

Ellos ya están aquí, solo queda apoyar, accionar y solucionar.

Si eres de la CDMX, Monterrey, Querétaro o algún lugar del centro del país, te será fácil juzgar desde lejos y a su vez creerle a todos los medios tanto nacionales como internacionales que Tijuana es una racista, una xenófoba e intolerante.

Es fácil juzgar desde lejos, donde no llegan los problemas que atraen naturalmente una llegada de miles de personas sin un destino claro, personas que sólo cargan en su maleta la esperanza de la buena voluntad del gobierno y la sociedad civil para que los reciban de la manera más digna posible.

Es fácil juzgar y acusar de malo a alguien donde no estás en sus zapatos, y es que esto no tiene que ver con racismo, tiene que ver con bienestar social, control ambiental, comercio e intercambio de negocios con los americanos, el lugar soñado de los hondureños.

 

¿Tijuana fue duro? Sí.

¿Tijuana fue violento? Sí.

¿Tijuana está desesperado?

Definitivamente sí, pero también está solo, hasta el momento ninguna autoridad se ha pronunciado con contundencia para arreglar el problema que le dejaron a los ciudadanos, literal es como cuando te dejan la canasta en la puerta, te tocan y se van corriendo, mientras llueve y hace frío, no te queda más que adoptar a ese bebé, que llora, tiene hambre y grita de soledad.

No tenemos el corazón para no ayudar, pero también nos pusieron a prueba.

 

 

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Tijuana tiene bastantes problemas, y sería difícil negar que la caravana migrante no se suma a la lista.

Y es que hasta ahorita nada es claro no hay nadie que diga ¨yo lo arreglo¨ o lo mínimo que alguien reconozca su responsabilidad.

 

¿Alcalde racista?
Difícil juzgar a un personaje que le dejaron toda la ¨bronca¨ y le tocó hablar en nombre de los tijuanenses, él no es más que un portavoz del sentir ciudadano, al grado que el 80% según algunas encuestas virtuales le dieron la razón en cuanto a su postura.

 

 

Es muy difícil juzgar esta situación, pero si eres de esos que juzgan, mínimo preséntate en alguno de los albergues y apoya, ayuda o trata de hacer algo, que juzgando no lograremos nada, ellos ya están aquí, y no hay nada que los pueda regresar, en nosotros está tomar la postura de adaptarlos a la sociedad, darles la oportunidad de incorporarse a la vida trabajadora y no a la delincuencia, darles la oportunidad que a muchos nos ha dado Tijuana, nosotros no somos nadie para negarlo.

Ellos ya están aquí y solo queda ayudarlos, arreglarlo y unirnos.

 

Ante un tema tan polémico el autor prefiere quedar anónimo.


Publicado el: noviembre 22, 2018.

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